sábado, 22 de septiembre de 2012

El misterio del gran deshielo en el techo del mundo

En el Ártico el hielo no es consistente.
Para entender la importancia del nuevo récord de deshielo en el Ártico ocurrido este mes hay que entender la historia de la exploración polar.

En 1893, el explorador noruego Fridtjof Nansen se aventuró en medio de las "fuerzas titánicas" del Ártico, en medio de los aullidos y truenos de los témpanos dividiéndose contra su barco, el Fram, pero luego se encontró en un tramo de aguas abiertas.

Lo mismo había ocurrido el día anterior, pero esta vez más cerca del Polo Norte. Nansen llegó a encontrarse a 86 grados norte, más lejos que cualquier persona en ese momento. Y en esa época nadie pensaba todavía en el calentamiento global.



La ruptura del hielo que rodeaba la nave de Nansen dejó a la vista no un canal estrecho sino un canal que se "extendía lejos hacia el horizonte en dirección norte". Naturalmente, él quería seguir ese rumbo.

Al encontrarnos ahora con la misma escena, la pregunta apremiante es si ese mismo canal podría estar abierto hasta el techo del mundo.

La posibilidad de que el Polo Norte (conocido también como el Polo Norte Geográfico o el "Norte Verdadero") no sea un desierto helado durante todo el año, sino un mar abierto en el verano, está mucho más cerca por el deshielo de este año, que marcó un cambio monumental.

Nansen tenía en mente una pregunta diferente: "¿Podrá ser tierra?" Incluso en aquel tiempo, hace poco más de un siglo, era posible que algún mítico continente polar estuviera esperando por ser descubierto.

Pero no hubo tierra. Solo más hielo.

Es fácil olvidar que el Ártico ha sido explorado desde hace relativamente poco tiempo.

Ronald Amundsen, otro héroe noruego, llegó por primera vez al Polo en 1926, cuando voló una aeronave desde el asentamiento Ny Alesund, en el archipiélago de Svalbard, en Noruega.

Una exploración anterior hecha por el estadounidense Robert Peary no aparece en los resgistros.

Grandes variaciones anuales

Es posible que en algún momento los barcos puedan navegar por el Ártico sin chocar con ningún témpano de hielo.
La realidad del Ártico es que el hielo no es permanente. Nansen lo notó en la agitación de la marea.

Los atlas muestran una capa blanca irrompible y sólida, pero este océano congelado se desplaza constantemente, se quiebra y se vuelve a formar, originando que su condición varíe año tras año.

El hecho de que el invierno polar ocurra en total oscuridad garantiza que una gran parte del mar se vuelva a congelar, y esto se olvida algunas veces en la discusión de los registros de derretimiento. Sin embargo la pregunta debería ser cuál es el destino del hielo en verano: cuán rápido se derrite y qué tanto se extiende.

Los espacios entre los bloques de hielo no son significativos, así como tampoco cuando hay derretimientos repentinos muy cortos. Esto no fue de gran ayuda para las generaciones de exploradores que intentaron navegar el tramo noroeste, ruta que conecta el Atlántico con el Pacífico a través del Ártico canadiense.

Incluso en 2007, cuando se establecieron los registros anteriores de derretimiento y cuando fotos satelitales mostraron el tramo sin hielo, solo se veía un corto periodo de aguas abiertas.

Cuando en octubre de ese año navegué la ruta en un barco canadiense rompehielos llamado Amundsen, encontramos inmensos témpanos flotantes de hielo.

El calentamiento había ocasionado un derretimiento masivo, pero solo removió grandes pedazos de hielo alredor del Polo, que se desviaron hacia el sur interponiéndose en nuestro camino y ocasionaron que el sonido del metal y el hielo resonara en el casco.

Totalidad de patrones

El Ártico no es sencillo.

Lo que en realidad es importante es la totalidad de patrones de congelamiento y derretimiento y cómo cambian.

Al sur de Groenlandia, en julio de 2004, Ferdinand Egede, un nativo, excavó la tierra suave del terreno para mostrar algo que él nunca pensó ver: papas.

Es un tubérculo de un Ártico caliente, de color crema y sin manchas. Hoy en día los periódicos dicen que los groenlandeses están cultivando fresas.

En Alaska, en septiembre de 2008, la guardia costera de Estados Unidos comenzó operaciones en el Ártico y nos unimos al vuelo de patrulla C-130 hacia Barrow, ciudad estadounidense ubicada en Alaska.

A bordo, un almirante bastante fornido gritó por el intercomunicador que no le importaba el calentamiento global, que su trabajo era cuidar las aguas alrededor de Estados Unidos. Agregó que había mucha agua donde solía haber hielo.

Científicos atónitos

En el Ártico cada vez hay menos hielo y más agua.
Nada de esto significa que el hielo se desvanecerá en el transcurso de la noche. A principios de este mes, en Ny Alesund, estuve a bordo del buque noruego "The Lance" del Instituto de Investigación Polar de Noruega.

El buque estaba investigando el área entre Svalbard y Groenlandia, conocida como el estrecho de Fram, bautizado así por el barco de Nansen.

El estrecho es la ruta de salida del Océano Ártico, corriente que transporta los témpanos del sur hasta el Atlántico. Los científicos se sorprendieron por la cantidad total de hielo derretido a lo largo de la región, pero la mayor parte del tiempo estuvieron rodeados por hielo.

¿Entonces es alarmismo reportar este nuevo registro? Muchas personas han sugerido que hay que mencionar cómo el hielo que rodea la Antártida se ha expandido este año. Y sí lo ha hecho, pero el problema es que la Antártida es un continente aislado por un océano que posee un clima increíblemente frío.

El Ártico es un océano rodeado de tierra, donde pequeños aumentos de temperatura pueden cambiar el umbral entre congelación y descongelación, por lo que es más sensible a cambios.

Otros argumentan que estoy demeritando los riegos y que el récord registrado este año es equivalente a un derretimiento planetario, es decir, una emergencia.

Pienso que debemos guiarnos por los hechos observados. Sabemos muy bien que el derretimiento ha aumentado masivamente no solo este año, sino que también existe una tendencia de decrecimiento del hielo del mar desde hace tres décadas.

El derretimiento de este año dejó al Ártico con la mitad del hielo que tenía en promedio en los meses de septiembre de los pasados 30 años. En un cálculo aproximado, la diferencia equivale a una docena de Reinos Unidos.

También sabemos que hay bastante evidencia que muestra que el hielo que queda se desgasta cada vez más, volviéndose más delgado y débil.

Lo que no sabemos es cuándo llegará el día en que un barco navegue en la cima del mundo sin chocar con ningún trozo de hielo.

Estamos avanzando hacia esa dirección y más rápido de lo esperado.

Es una posibilidad profundamente importante, pero no estamos seguros si será tan pronto como en esta década o después.

Nansen escribió "el vapor de las aguas abiertas en una noche de Luna".

Fotos satelitales podrían mostrarle amplias extensiones de océano donde los témpanos de hielo han desaparecido. Había demasiado hielo en ese momento para poder llegar al Polo, pero ahora tendría una oportunidad mucho mejor.

Fuente: BBC

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