domingo, 9 de febrero de 2014

Londres estrena el mayor puente solar del mundo

Dos años después de que iniciaran las reformas sobre el techo del puente ferroviario Blackfriars, que cruza el río Támesis, las emisiones contaminantes de CO2 se reducirán gracias a la instalación de más de 4.000 paneles fotovoltaicos que proveerán la mitad de la energía en la estación de tren.

Vista aérea del puente ferroviario Blackfriars con 4.400 paneles fotovoltaicos. (Panasonic)
Como en los años de la revolución industrial, el silencioso río Támesis a su paso por el centro de Londres es testigo de otro hito tecnológico. Esta vez es la instalación del primer techo de placas solares sobre un puente, el ferroviario de Blackfriars, que generará la mitad de la energía que consume la estación ferroviaria a la que desemboca el puente y las vías del tren. En total se han encajado 4.400 paneles fotovoltaicos que reducirán las emisiones de carbono (CO2) en unas 511 toneladas anuales, más o menos las que generan 89.000 viajes en coche.

La inauguración del techo solar ha tenido un sabor muy inglés. Los miles de pasajeros que pasan cada día por la estación de tren Blackfriars, que une la City o el sector financiero de Londres con el sureste de la ciudad, han sido obsequiados con una taza de té gratuita. La explicación del brebaje de balde es la siguiente: la nueva cubierta ecológica de la estación, integrada por 4.400 placas HIT de Panasonic, fabrica energía suficiente para producir 80.000 tazas de té al día.

6.000 metros cuadrados ocupan
las placas solares. (Panasonic)
En total, las placas solares ocupan 6.000 metros cuadrados y forman una techumbre que ha sido amalgamada en los últimos dos años al precio de 9 millones de euros. La construcción del tejado solar empezó en octubre del 2011, y además de la empresa fabricante de los paneles, han participado también la compañía Solar Century, que se ha responsabilizado de la instalación de las placas, y la empresa First Capital Conect (FCC) que opera los trenes de la estación citada.

La pionera cubierta en la ciudad en la que el sol no reluce, precisamente, a diario contribuirá a disminuir las emisiones de carbono. En Londres, el 22% de estas emisiones proceden del transporte en general. El tejado solar de la estación de tren de Blackfriars se está convirtiendo, además de una gesta tecnológica y ecológica, en un nuevo icono de la ciudad puesto que se vislumbra en varios kilómetros a lo largo del río Támesis y junto a la catedral de San Pablo.

El puente de Blackfriars, de hecho, son dos cercanos y en paralelo, el ferroviario y ahora cubierto, y el destinado a los coches y peatones. Como la mayoría de puentes sobre el Támesis a su paso por el centro de Londres, fue construido en el siglo XIX. No se construyó ningún paso en el siglo XX hasta el del Milenio en el 2000. El de Blackfriars fue inaugurado por la reina Victoria en 1869, tras nueve años de construcción. Fue bautizado con el nombre del entonces primer ministro William Pitt, pero se impuso el nombre popular de Blackfriars haciendo referencia a un monasterio de la Orden Dominica que hubo allí de 1278 a 1538. La orden fue fundada por el español Domingo Félix de Guzmán (1170-121), natural de Caleruega (Burgos).

Fuente: El Mundo

No hay comentarios:

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...